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La lista de Pedrajas: de confidentes, encubridores y denunciados

Sociedad. Dos sacerdotes en el Juan XXIII aparecen en el círculo del cura pederasta.

15 de mayo de 2023

La lista de Pedrajas, de confidentes, encubridores y denunciados. Cuatro nombres son recurrentes en las denuncias que suceden a las develaciones del cura pederasta Alfonso Pedrajas.

Sin embargo, la lista crece día a día —ayer se conoció dos nombres—  e implica a más religiosos vinculados a la Compañía de Jesús.

El jueves, cuando el fiscal general de Estado, Juan Lanchipa, lamentó la desidia en las actuaciones de la orden (por “no haber oportunamente denunciado estos hechos”), dijo que además de Pedrajas, Pica, los jesuitas acusados en las ocho denuncias del caso presentadas en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija son Luis María Pedrosa, Antonio Tuco Gausset y Alejandro Mestre.

Ayer, el periódico español El País develó otros dos nombres más, compañeros de Pedrajas en los años 80: Francesc Peris, Chesco, y Carlos Villamil, Vicu. Es común que los curas tengan apodos en la comunidad jesuita.

Los antecedentes de estos dos últimos son de abusadores y violadores en el colegio Juan XXIII de Cochabamba. Los relatos de algunas de sus víctimas son espeluznantes y dolorosos.

Este centro educativo regido por la Compañía de Jesús se constituyó en la principal fuente de víctimas de esos sacerdotes. Ahí fueron directores varios de los acusados, entre ellos Pedrajas.

“Lo conté tantas veces…”, dice Pedrajas en sus memorias, Historia, develadas por El País a instancias del sobrino del sacerdote valenciano, Fernando Pedrajas. En la lista del hombre hay confidentes y encubridores. Menciona a al menos siete superiores provinciales y una decena de clérigos bolivianos y españoles.

Por ejemplo, cita que contó sus “pecados”, “meteduras de pata” o “enfermedad” a su psicólogo, el salesiano español Ángel Tomás García (+), y a los jesuitas Luis Tó, Marcos Recolons y Ramón Alix. Además, a algunos miembros de la Iglesia Católica de España y a su novio en Bolivia.

“El mayor fracaso personal: sin duda, la pederastia”, confesó.

El 30 de abril, el periódico español publicó su reportaje Diario de un cura pederasta, en el que relató las revelaciones de Pedrajas (Valencia, España, el 10 de junio de 1943), quien trabajó en misión pastoral entre 1960 y 2009 en Ecuador, Perú y Bolivia.

“Hice daño a mucha gente ¿85?, demasiada”, cita el cura pederasta en sus memorias.

Al único de los posibles encubridores que pudo contactar el diario fue a Recolons. “No puedo decir absolutamente nada. Lo siento mucho”, se limitó a decir el confidente del sacerdote.

Entretanto, el sobrino intentó sin éxito que la Iglesia Católica de España atienda su denuncia, y el Ministerio Público de su país consideró prescrito el caso.

Así llegó al periódico y buscó contactos con Bolivia, el país donde Pedrajas cometió la mayoría de sus aberrantes abusos.

Por: La Razón – Rubén Atahuicchi

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