LA AYUDA HUMANITARIA: LIMOSNA Y SANCIONES EN VENEZUELA
La ayuda humanitaria destinada a Venezuela la financian los mismos países que imponen las sanciones, así como aquellos que retienen los recursos venezolanos.
23 de julio de 2024
En 1952, se aprobó en la FAO los principios y directrices de los excedentes alimentarios para llevar ayuda alimentaria a los países necesitados de alimentos, en ese entonces los denominados países del tercer mundo, por parte de los llamados “países más avanzados” o primer mundo, de hecho, es uno de los principios fundamentales por los que se creó este organismo multilateral. En ese caso, asociado a la doctrina de la contención del comunismo de EE. UU. desde 1947, que dividió al mundo en países del primer, segundo y tercer orden, este último conocido como la periferia mundial, donde había (y aún hay que intervenir). De hecho, es el presidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower, el mismo que promulga la LP‐480 de 1954 para la exportación de los excedentes de alimentos norteamericanos, quien en 1960 pide ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la incorporación de la idea para proporcionar ayuda alimentaria dentro del sistema de las Naciones Unidas. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Qué relación tiene la ayuda alimentaria con la humanitaria? ¿Quién es el mayor financista? ¿Quiénes son los receptores? y ¿Cómo se expresa en el caso Venezuela a partir de la imposición de las sanciones? lo analizamos a través de los reportes del Servicio de Seguimiento Financiero de Naciones Unidas[1] (FTS por sus siglas en inglés) del 2000 – 2023 en La ayuda humanitaria: Limosna y sanciones a Venezuela.
LA AYUDA HUMANITARIA
La ayuda humanitaria es la que se brinda para salvar y aliviar el sufrimiento de las personas y está relacionada a respuestas de emergencia/humanitaria en caso de desastres naturales, guerra o conflictos armados[2], a la que se le ha sumado con el tiempo, el colapso de las economías[3] y principalmente busca ofrecer a la población afectada alimentación, atención médica, agua y refugio, especialmente a mujeres, niños y niñas, hambrientos y enfermos[4].
La ayuda humanitaria se lleva a cabo con las donaciones voluntarias que se reciben cada año para proporcionar la financiación a las acciones de respuesta humanitaria en todo el mundo[5], y son el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) los principales receptores de estos recursos para prestar la asistencia.
Es en 1991 que se establece mediante la solución 46/182 de la Asamblea General de Naciones Unidas el “fortalecimiento de la coordinación de la asistencia humanitaria de emergencia”, creándose el Comité Permanente entre Organismos (IASC por sus siglas en inglés)[6] y así, el único grupo para la toma de decisiones que incluye agencias de la ONU, Banco Mundial, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Cruz Roja y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG)[7].
La resolución incluyó 12 principios rectores, entre ellos que la asistencia humanitaria deberá proporcionarse bajo las condiciones de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, entre otros, así como, respetar la soberanía, la integridad territorial y la unidad nacional de los Estados, o sea, proveerse con el consentimiento del país afectado.
Y es la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) desde 1998, quien ejecuta este mandato de la acción humanitaria basada en la declaración de los principios, buscando distinguirse de las actividades y objetivos de otros actores, por lo tanto, evitando que se considere una intromisión indebida en los asuntos internos de los Estados[8].
Sin embargo, en la actualidad se revelan las presiones que ejercen de una u otra forma diferentes actores mundiales, especialmente los más poderosos y principales financistas de la ayuda humanitaria global, evidenciando como esta, también forma parte de los esfuerzos para alcanzar fines políticos y muestra de ello, es el financiamiento humanitario destinado a Venezuela desde el 2018 al 2023 en medio del bloqueo económico, financiero y comercial contra el país.
Y es que la ayuda humanitaria, particularmente en Venezuela se comenzó a imponer de forma arbitraria hasta por las agencias de la ONU, sin el consentimiento del Estado, acusando directamente al gobierno del presidente Nicolás Maduro de ser el principal responsable de una crisis alimentaria y de salud, y de no cumplir con la obligación de permitir una respuesta internacional.
Respuesta humanitaria que, en 2019 se intentó concretar por la fuerza, a través de la frontera colombiana de la mano del autoproclamado presidente interino.
Contexto en el cual, sobre todo las ONG internacionales, solicitaban que fueran los miembros del Grupo de Lima, Estados Unidos y los gobiernos europeos quienes canalizaran la asistencia humanitaria de la ONU hacia Venezuela[9], por lo tanto, irrespetando la soberanía, la integridad territorial y la unidad nacional del Estado.
Al mismo tiempo que, estas “organizaciones humanitarias” pedían a esos mismos miembros, “seguir imponiendo y asegurar la implementación de sanciones”[10], bajo el relato de que solo hacían daño a los funcionarios del Gobierno Nacional y no a toda la población venezolana.
Solo un ejemplo de cómo se dejan a un lado los principios fundamentales de humanidad, neutralidad, parcialidad e independencia de la ayuda humanitaria en el mundo, de acuerdo con quienes son los actores involucrados (financistas, receptores) y los intereses que se persiguen.
LA AYUDA ALIMENTARIA: PRIMER SECTOR DE FINANCIAMIENTO HUMANITARIO GLOBAL
Dentro de la ayuda humanitaria, es la ayuda alimentaria el sector más preponderante, porque se lo da el ámbito financiero.
Y esto se puede asociar a que, después de la Segunda Guerra Mundial, el tema alimentario quedó estrechamente relacionado a la seguridad estratégica de EE. UU. en ese entonces, respecto a la URSS, en la disputa concreta por los espacios coloniales de la periferia, y aunque hayan transcurrido más de 70 años y la desaparición de unos de estos actores, la realidad evidencia que la ayuda alimentaria, evolucionó a la humanitaria, con la misma visión estratégica: la pugna por mantener de una u otra forma, territorios coloniales.
Por lo tanto, dentro del financiamiento global humanitario reportado[11], la ayuda alimentaria, sigue siendo el principal sector financiado históricamente, con una vasta diferencia con los demás sectores, incluso en los últimos 23 años, llegando a ocupar entre el 20 al 56 % del financiamiento total, dependiendo del contexto mundial de cada año (ver gráfica 1).
Ni la pandemia por la Covid-19, a la que se le destinó directamente el 6 % de financiamiento humanitario global, pudo desplazar del primer lugar, al sector alimentario en 2020, menos en 2021, que no alcanzó ni el 1 % de financiamiento.
Por lo tanto, el financiamiento de la ayuda alimentaria solo ha sido superado en algunos años por dos sectores humanitarios que ocuparon incluso los primeros puestos en 2015, a los cuales se les ha ido aumentando la donación de recursos: el llamado sector no especifico y el multisectorial. A ambos se les destinó ese año el 46 % del total del financiamiento global, sin especificarse a donde exactamente están dirigidos.
Aun así, el sector alimentario se ha mantenido en el primer lugar de financiamiento mundial consecuentemente, con excepciones además del 2015, en el 2016 y 2021 donde al sector ‘no especifico’ se le destinó mayor cantidad de recursos.
Sin embargo, esto no impide afirmar que el financiamiento humanitario mundial está principalmente compuesto por aquel destinado a la ayuda alimentaria.
¿QUIÉNES FINANCIAN LA AYUDA ALIMENTARIA GLOBAL ?
La razón por la cual se destina mayor financiamiento al tema alimentario dentro del financiamiento global humanitario radica principalmente en los donantes y el flujo de recursos destinados a este sector después de la Segunda Guerra Mundial, como se mencionó anteriormente.
En consecuencia, es EE. UU. el principal promotor de este tipo de ayuda en el mundo y lo sigue siendo dentro del sistema de Naciones Unidas en el presente. En los último tres años, como históricamente ha sucedido, ha financiado entre el 42 al 54 % de los recursos que se destinan a este sector, seguido por Alemania, que aporta del 11 al 16 % del mismo (Ver gráfica 2).
Como puede verse, es EE. UU. el principal donante de la ayuda alimentaria global dentro del contexto humanitario desde sus inicios, por lo tanto, el flujo de este financiamiento sigue estando asociado a sus intereses estratégicos.
¿QUIÉN ES EL PRINCIPAL RECEPTOR DE LA AYUDA ALIMENTARIA GLOBAL?
Por otra parte, el principal receptor de la ayuda humanitaria destinada al sector alimentario dentro del sistema de Naciones Unidas es el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el cual recibió entre el 60 y 79 % del financiamiento humanitario destinado a ayuda alimentaria entre 2021 y 2023 (Ver gráfica 3.)
Esto se debe a que al Programa Mundial de Alimentos desde 1961, se le asignó la tarea de manejar la ayuda alimentaria como fuente de asistencia para los países pobres. Su principal financista Estados Unidos.
Por lo tanto, se convierte el Programa Mundial de Alimentos en el principal receptor y, por ende, el distribuidor de la ayuda alimentaria aguas abajo, así como lo hacen otras agencias, esto es, la fuente de financiamiento para Organizaciones No Gubernamentales internacionales y nacionales, así como, aquellos otros receptores no especificados y demás.
Y entre los principales países a los cuales se ha destinado esta ayuda humanitaria (reportada) se encuentran Afganistán, Yemen, Etiopía, Somalia, Sudan del Sur, Sudan, República Democrática del Congo, y Siria, a los que se le suma Palestina, Líbano y finalmente Ucrania en los últimos dos años.
LA AYUDA HUMANITARIA EN VENEZUELA.
En este contexto histórico, Venezuela no había sido país receptor de ayuda humanitaria, ni se encuentra entre los principales receptores, de hecho, era país contribuyente, especialmente para garantizar la seguridad alimentaria a través del Programa Mundial de Alimentos.
En líneas generales, destinó ayudas desde el 2002 al 2014 a países como Mali, Burkina Faso, Zimbabwe, Haití, Guyana, Nicaragua, entre otros; incluso la atención al Ébola.
En contraparte, se destinaban recursos a Venezuela, en estos años, principalmente para darle protección y asistencia humanitaria básica a la población colombiana que huía del conflicto interno colombiano buscando refugio y asilo en el país, cuyos financiamientos eran recibidos por ACNUR, el Centro Carter, el Consejo Noruego para los Refugiados, Cáritas Francia, Provea o la Comisión Internacional de la Cruz Roja, por mencionar algunos.
¿CUÁNDO PROLIFERA LA AYUDA HUMANITARIA DESTINADA A VENEZUELA?
Es después del 2014, con el inicio del bloqueo económico, financiero y comercial contra el país y la aplicación cada vez mayor de las Medidas Coercitivas Unilaterales, así como otras acciones políticas, diplomáticas, militares y de propaganda mediática, que se destina a Venezuela un financiamiento masivo de ayuda humanitaria, y con ello, la proliferación de más de una centena de actores (los identificados) receptores- captadores de estas donaciones en el país.
El crecimiento exponencial de este financiamiento se dispara propiamente en el año 2018 cuándo se exacerban las sanciones contra Venezuela con el fin de acelerar el colapso económico necesario para que la Comunidad Internacional representada en Luis Almagro desde la OEA, comenzara a pedir la aplicación del Principio R2P o la Responsabilidad de Proteger a los venezolanos de una crisis humanitaria causada por el hombre, refiriéndose a Nicolas Maduro. Principio que solo se ha aplicado a Libia.
Un relato que comenzó a cocinarse de la mano del Comando Sur en 2015, luego en la Asamblea Nacional opositora al Gobierno Nacional en 2016, y finalmente en 2017, EE. UU. intentaba en Naciones Unidas, imponer la necesidad de una “intervención humanitaria” en Venezuela para “la restauración de la democracia…” con el fin de proteger los derechos humanos en Venezuela.
Derechos humanos que, por su parte Estados Unidos vulneraba unilateralmente, aumentando en 116 % las sanciones impuestas al país, al mismo tiempo que hacía corridas para financiar una ayuda humanitaria que aumentó en más de 1000 % entre 2017 – 2018 y con ello, la proliferación de entes receptores para la captación de recursos financieros humanitarios, sobre todo, después del intento de imponer un presidente interino en Venezuela a través de la figura de Juan Guaidó en 2019.
El hilo conductor desde 2014: la creación de una crisis alimentaria en Venezuela que no solo debía ser mediática había que hacerla real y por supuesto, su evolución a la crisis humanitaria.
Para ello, se requiere de la ayuda alimentaria que, en el contexto humanitario global, es la mayor recaudadora de financiamiento y apoyo para todo tipo de intervenciones, solapadas de humanitarias.
Esto quiere decir que en nombre de Venezuela se destinó alrededor de 1.540 millones de dólares entre 2018 y 2023, en comparación con los 25 millones dólares entre 2000 y 2017.
Para ser más específico, entre el año 2000 y 2017, el financiamiento humanitario dirigido a Venezuela, para principalmente atender a la población colombiana, corresponde al 2 % en 17 años, comparado con el 98 % que se ha destinado desde 2018 – 2023 (5 años) (Ver gráfica 4), evidenciando una estrecha relación del incremento de este flujo financiero con las sanciones impuestas en el país (Ver gráfica 5).
Por lo tanto, son las 930 Medidas Coercitivas Unilaterales (2023) impuestas principalmente por parte de EE. UU. que aplica el 58 % de estas sobre Venezuela, aunque también lo hace de forma directa Unión Europea, Canadá, Panamá, Suiza y Reino Unido (ver mapa 1), las que no solo vulneraron los derechos humanos de los venezolanos, también dispararon el financiamiento humanitario destinado a “paliar” el sufrimiento infligido al pueblo venezolano por causa de sus sanciones para imponer un cambio de régimen en el país y alcanzar sus objetivos estratégicos.
¿QUIÉNES SON LOS FINANCISTAS DE LA AYUDA HUMANITARIA DESTINADA A VENEZUELA?
Hasta el 2023, los financistas de la ayuda humanitaria reportada con destino a Venezuela son más de 60 actores entre gobiernos nacionales, organismos multilaterales, agencias de la ONU, ONG internacionales y nacionales, fondos mancomunados y organizaciones privadas extranjeras y locales.
Sin embargo, el 92 % del financiamiento humanitario entre 2018 – 2023 provino de 25 países (Ver mapa 2), a través de sus gobiernos nacionales, incluyendo varios de la Unión Europea, más la Unión Europea propiamente dicho.
El principal financista o donante de esta ayuda humanitaria destinada a Venezuela, es casualmente Estados Unidos, el promotor y principal sancionador del país que aporta el 52 % a nivel de países, seguido por la Unión Europea que reporta el 22 % (ver gráfica 6).
De hecho, Estados Unidos no solo destina recursos específicamente al país, también lo hace en la región para atender lo que denomina, la crisis humanitaria regional venezolana en otros países como Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, por lo tanto, el monto es tres veces superior al reportado en FTS, alcanzando los 2.900 millones de dólares en asistencia humanitaria desde el 2017 – 2023, según la USAID[12].
Un financiamiento de ayuda humanitaria destinada a Venezuela que, como puede verse, no hace Estados Unidos solo, sino que lo acompañan los mismos países sancionadores y otros aliados, convirtiéndolo en un gran negocio humanitariamente redondo.
¿QUIÉNES SON LOS RECEPTORES-CAPTADORES DE LA AYUDA HUMANITARIA DESTINADA A VENEZUELA?
El financiamiento de la ayuda humanitaria no tiene asidero, si del otro lado, no se cuenta con los receptores de ésta, que son los captadores de estos recursos y los encargados de llevar a cabo los planes que conlleven a la consecución de los objetivos para los cuales se donaron los mismos por los principales donantes, por supuesto, de acuerdo con sus intereses estratégicos.
En Venezuela, los principales destinatarios directos de la ayuda humanitaria son los actores internaciones que captan y concentran el 92 % del financiamiento.
Específicamente, ONG internacionales, agencias de la ONU, Cruz Roja, organizaciones afiliadas internacionalmente y organizaciones privadas internacionales, entre otros.
En total, es un registro que abarca a más de 120 actores “identificados” y envueltos en la recepción directa de la ayuda humanitaria a Venezuela. Sin embargo, de estos, solo ocho (8) concentran el 79 % de los recursos, por lo tanto, son distribuidores aguas abajo de los mismos.
Llamando poderosamente la atención que, la mayor cantidad de financiamiento correspondiente al 27 % del total destinado a ayuda humanitaria en Venezuela del 2018 – 2023, se ha entregado de forma confidencial a ONG internacionales, ONG nacionales, Otros Organismos de la ONU y Otros Receptores No Especificados, por lo tanto, no se registra exactamente quienes la reciben (ver gráfica 7).
Y son principalmente estas organizaciones que operan de forma encubierta y así mismo reciben el financiamiento que se supone es humanitario para brindar ayuda y salvar vidas, por lo tanto, nada deberían esconder, las que están en contra de la Ley de fiscalización, regularización, actuación y financiamientos de las Organizaciones No Gubernamentales y afines de la Asamblea Nacional venezolana, apelando al principio de independencia humanitario, mientras violan, la soberanía del país. Situación de la que no escapan agencias de la ONU.
Después de estas organizaciones que reciben financiamiento de forma confidencial por los donantes, es que aparece UNICEF (22 %), Programa Mundial de Alimentos (9 %), ACNUR (8 %), Comité Internacional de la Cruz Roja (4 %), la Organización Panamericana de la Salud (3 %), el Consejo Noruego para los Refugiados (3 %) y la Organización Internacional de Migraciones (3 %).
¿QUÉ SECTORES SE FINANCIAN CON LA AYUDA HUMANITARIA EN VENEZUELA?
Según los reportes de FTS, se desprenden cinco principales sectores a los que se destina el financiamiento de la ayuda humanitaria en Venezuela, entre estos seguridad alimentaria y nutrición, multi-sectores, sector no especifico, salud y agua.
Siendo seguridad alimentaria y nutrición, el principal sector de financiamiento de la ayuda humanitaria en Venezuela desde 2018 – 2023 (ver gráfica 8).
Esto indica que a través de este sector es que recibe la mayor cantidad de financiamiento, el cual ha ido en incremento con el pasar de los años, duplicándose en más de 100 % en 2023 (ver gráfica 9).
Sin embargo, es importante resaltar que hasta el 2022, el sector seguridad alimentaria y nutrición ocupaba el tercer lugar (16 %) de los sectores financiados, por debajo del financiamiento multi-sectores (28 %) y aquellos no específicos (19 %). Por lo tanto, no era precisamente el sector más financiado, aun cuando se hablaba constantemente en el ámbito internacional de una crisis alimentaria en Venezuela.
Uno de los elementos a destacar, es que se permite con estos dos sectores, la multiplicidad de usos que puede hacerse y se hace con los recursos destinados a estas áreas, sobre todo, si va acompañado con receptores-captadores de forma confidencial que reciben la mayor parte del financiamiento en el caso de la ayuda humanitaria destinada a Venezuela entre 2018 y 2023.
Esto permite acercarnos a una de las razones por la cual, existen innumerables denuncias sobre el desvío y robo de la ayuda humanitaria destinada para atender a los venezolanos, particularmente en el exterior.
Aun así, no deja de ser la ayuda alimentaria el principal sector de financiamiento de la ayuda humanitaria destinada a Venezuela, cuyo flujo para el ámbito nacional es reflejo calcado del comportamiento a nivel global.
Planteamientos finales.
En resumen, la ayuda humanitaria destinada a Venezuela la financian los mismos países que imponen las sanciones, así como aquellos que retienen recursos venezolanos en el mundo.
Esta realidad hace que la ayuda humanitaria reportada en el FTS y destinada a Venezuela desde el 2018 al 2023 corresponda al 31 % de los recursos financieros venezolanos retenidos en bancos en el exterior al 2020[13], sin contar los 5 mil millones de dólares retenidos por el FMI y los 13 mil millones de dólares del valor de Citgo[14].
Por poner un ejemplo reciente, el avión de carga de Emtrasur, secuestrado y descuartizado entre Argentina y Estados Unidos en 2023 y 2024, cuyo valor se estima en 83 millones de dólares[15], representa el doble del financiamiento de la ayuda humanitaria donada por el gobierno de Canadá para Venezuela desde el 2018 al 2023.
En consecuencia, en el caso venezolano la ayuda humanitaria no es más que una extensión de las sanciones, una limosna sancionatoria, donde no solo están envueltos los financistas y los organismos multilaterales, sino todo aquel que nombre de una crisis humanitaria, mantiene vivo este relato que le permite seguir justificando la captación de este financiamiento, que lejos está de parecer humanitario, neutral, imparcial e independiente.
Y reafirma que la ayuda humanitaria global está asociada y condicionada al grado de interés de los principales donantes, relacionado a quienes son los necesitados, quienes realmente la reciben y cuál es verdaderamente el objetivo que con esta se persigue.
[1] (OCHA Services/Financial Tracking Service (FTS), 2024)List of Sectors. Obtenido de https://fts.unocha.org/global-sectors/overview. El FTS es el proveedor primario de los datos reportados constantemente sobre el financiamiento humanitario global y contribuye a la toma de decisiones estratégicas identificando brechas y prioridades para una asistencia humanitaria eficaz, eficiente y basada en los principios humanitarios.
[2] (ACNUR, 2019) Ayuda humanitaria, la única forma de sobrevivir para millones de personas. Obtenido de https://eacnur.org/es/actualidad/noticias/eventos/ayuda-humanitaria-la-unica-forma-de-sobrevivir-para-millones-de-personas#:~:text=La%20ayuda%20humanitaria%20es%20la%20que%20se%20brinda,o%20conflictos%20armados.%20Son%20las%20llamadas%20emergencias%20huma
[3] (OCHA, 2023) Panorama Humanitario Mundial 2024. Obtenido de https://www.unocha.org/publications/report/world/global-humanitarian-overview-2024-un-launches-46-billion-appeal-2024-global-humanitarian-outlook-remains-bleak-enar
[4] (Naciones Unidas, 2024) Distribuir ayuda humanitaria. Obtenido de https://www.un.org/es/our-work/deliver-humanitarian-aid
[5] (Naciones Unidas, 2024) Op. Cit
[6] (IASC, 2024) Inter agencia Standing Committee. Obtenido de https://interagencystandingcommittee.org/
[7] (OCHA, 2012) ¿Qué es el Comité Permanente entre Organismos? Obtenido de https://www.unocha.org/sites/unocha/files/dms/Documents/OCHA%20on%20Message_IASC_vSP.pdf
[8] (OCHA, 2011) OCHA en Mensaje: Principios humanitarios. Obtenido de https://www.unocha.org/publications/report/world/ocha-en-mensaje-principios-humanitarios
[9] (Human Rights Watch, 2019) La emergencia humanitaria en Venezuela. Obtenido de https://www.hrw.org/es/report/2019/04/04/la-emergencia-humanitaria-en-venezuela/se-requiere-una-respuesta-gran-escala-de
[10] (Human Rights Watch, 2019) Op. Cit.
[11] (OCHA Services/Financial Tracking Service (FTS), 2024) Op. Cit.
[12] (USAID, 2023) Estados Unidos proporciona casi $485 millones en asistencia humanitaria adicional para el Hemisferio Occidental. Obtenido de https://www.usaid.gov/news-information/press-releases/nov-06-2023-united-states-provides-nearly-485-million-additional-humanitarian-assistance-western-hemisphere#:~:text=Press%20Release%20During%20the%20inaugural%20Americas%20Partnership%20for,support%20t
[13] (Ministerio del Poder Popular de Planificación, 2021) Venezuela en Cifras. Obtenido de Sistema de información para la Planificación y Desarrollo: http://www.mppp.gob.ve/wp-content/uploads/2021/01/Venezuela-en-cifras-2021-26-enero-1.pdf
[14] (Observatorio Venezolano Antibloqueo, 2023) Los número del bloqueo (2014 – 2023). Caracas, Venezuela. Obtenido de Relato estadístico de una agresión.
[15] (Aviación Civil, 2024) Avión 747-300 de Emtrasur finalmente confiscado por Estados Unidos. Obtenido de https://www.aviacioncivil.com.ve/avion-747-300-de-emtrasur-finalmente-confiscado-por-estados-unidos/