Opinión

Justicia Negligente

25 de abril de 2025
Resulta que Maria Galindo le da seguimiento a una denuncia sobre negligencia médica ocurrida en la Clínica Virgen de la Asunción, ubicada en la avenida 6 de agosto de la ciudad de La Paz. Va a la Fiscalía, la policía de turno le dice que no pudieron notificar al doctor Marcelo Navajas propietario de la clínica, porque desconocen su domicilio y entonces cerraron el caso. Listo. No se puede notificar, no hay caso.
El doctor en cuestión es exministro de salud de Jeanine Añez, estuvo involucrado en la compra de respiradores con sobreprecio en plena pandemia, este hecho fue de dominio público, incluso previo a que el país lo sepa, lo conocían sus compañeros de gabinete, recuérdese la carta dirigida a Karen Logaric por el cónsul de Barcelona que claramente le advertía el sobreprecio. Bien. Navajas de tal escándalo salió libre, de hecho, no hay responsables por haber robado en el rubro salud en plena crisis sanitaria. No hubo continuidad al caso. Y listo.
María, entonces, denunció al dueño de la clínica pero no por los respiradores, no, por el caso de negligencia, pidió explicaciones con y por la víctima sobre la negligencia médica. Hizo lo que sabe: exponer la injusticia.
Pero la historia apenas empieza:
Se suponía, así lo afirmaron desde la Fiscalía, que no se tenía ninguna referencia del señor Navajas, porque nadie sabe dónde vive.
María, como casi la mayoría de los mortales, sí sabía que predio es de propiedad de Navajas, pero la Fiscalía no sabe. Bien. Al parecer que den con él y sus propiedades y esto se haga público, es decir, se lo exponga sublevó a Navajas, tanto que logró que el mismo día por la tarde aparezca pegada en la pared de la casa de Mujeres Creando una notificación judicial por un auto de acción de libertad en contra de la señora María Galindo interpuesta por el representante legal del señor Marcelo Navajas, la audiencia sería al día siguiente. Todo en menos de 24 horas, una eficacia inusitada en nuestro sistema judicial.
Para que se entienda bien: María por la mañana denuncia en su radio a Navajas, lo expone con el caso de negligencia médica sucedido en su clínica y por la tarde es citada por un juez.
Ese mismo día el «inencontrable», inicia a través de su representante legal una acción contra María ¿pero no era que no se lo podía encontrar?
Al día siguiente en la audiencia, Navajas por supuesto que no se presenta. La «prueba» en contra de Galindo gira en torno a sus afirmaciones en el medio de comunicación. ¿Y la Ley de Imprenta?
Qué carajos hace un juez aceptado el caso cuando existe primero una jurisdicción que manda la Ley de imprenta a través de un Tribunal de Ética periodista, es verdad que no funciona bien y que al respecto hay tela que cortar, pero es el primer paso, así dice la norma. El juez lo debería saber, la fiscal también.
Los comunicados que denuncien este hecho desde las Asociaciones de periodistas se están haciendo esperar, colegas, espabilen.
Volviendo a la audiencia, María asistió, puso sobre la mesa lo evidente: hubo un intento amedrentamiento en colusion con el sistema de justicia. Hay una justicia elitista, que reacciona o no reacciona en función a quienes son los que componen la denuncia. Y la yapa, es una barbaridad que se llenen los discursos hablando de lo indignante que es la corrupción y que luego se diga amén a los cierres de caso por hechos de corrupción, que al pobre Estado no se le devuelva un centavo de lo robado.
En la audiencia, que fue pública y fue transmitida en vivo por Radio Deseo, se determinó rechazar el auto, claro, hermoso hubiera sido que encima lo acepten.
El cherry fue que la abogada de Navajas señaló que Galindo había insultado a su cliente al decirle «oligarca de la salud», a estas alturas la indignación se transforma en risas, lo que potencia la indignación.
Esto es una muestra de cómo funcionan tan enrevesadas las cosas, la justicia NO actuó ante el caso de negligencia médica que dejó a una mujer con una incapacidad del 50%, pero sí reaccionó cuando una periodista denunció el caso, no contra el médico, sino contra la periodista.
Qué urgente necesitamos repensar las cosas.
Necesitamos más Marías, que no hayan dudas, con esa justicia, con ese Estado, necesitamos cientos de Marías.
Pd. El texto inicial fue editado, María Galindo me corrigió, ella no fue a la clínica como yo señalé al inicio, precisamente para evitar que Navajas señale acoso o cosas parecidas.
Por Susana Bejarano
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