Hallan posibles pistas para prevenir el alzhéimer en una mujer que evadió la enfermedad a pesar de su genética
La mujer es portadora de una mutación extremadamente rara, que evita la acumulación de ciertas proteínas en la fase tardía de la enfermedad.
13 de diciembre de 2023
La enfermedad de Alzheimer es una neuropatología que causa pérdida de memoria debido a la degeneración cerebral.
Neurólogos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.) creen saber por qué una mujer con fuerte predisposición genética para enfermar de alzhéimer nunca desarrolló dicha dolencia. Algunas mutaciones genéticas reveladas en su estudio serían claves para detener la enfermedad, cortando el vínculo entre la etapa temprana, asintomática, y la etapa tardía, cuando comienza el deterioro cognitivo. El estudio sugiere un nuevo enfoque para prevenir la demencia originada por esa enfermedad.
Escapando al fatalismo genético
«A medida que las personas envejecen, muchas comienzan a desarrollar cierta acumulación de amiloide en el cerebro. Al principio, siguen siendo cognitivamente normales. Sin embargo, después de muchos años, el depósito de amiloide comienza a provocar la acumulación de la proteína tau. Cuando esto sucede, pronto sobreviene el deterioro cognitivo», explica David M. Holtzman, autor principal del estudio.
Durante muchas generaciones, más de la mitad de los miembros de la numerosa familia de esta mujer colombiana han desarrollado demencia a los 40 años. Ellos portan una mutación en un gen llamado presenilina-1, que hace que sus cerebros acumulen excesivamente la proteína beta amiloide a partir de los 20 años. Sin embargo, a pesar de que ella heredó el defecto genético que causó alzhéimer en sus parientes, siempre se mantuvo cognitivamente sana hasta los 70 años, a pesar de haber acumulado mucho más amiloide en su cerebro que sus familiares.
Desentrañando las pistas
«Una de las mayores preguntas sin respuesta en el campo del alzhéimer es por qué la acumulación de amiloide conduce a la patología tau», señala Holtzman. «Esta mujer era muy, muy inusual, porque tenía patología amiloide pero no mucha patología tau y solo síntomas cognitivos muy leves, que aparecieron tarde. Esto nos sugirió que ella podría aportar pistas sobre ese vínculo entre amiloide y tau», comentó Holtzman. «Cualquier factor protector es muy interesante, porque nos da nuevas pistas sobre cómo funciona la enfermedad«, agrega.
Se sabía que la mujer portaba dos copias de una variante extremadamente rara del gen APOE, conocida como mutación de Christchurch, y esto la diferenciaba de sus familiares. Los científicos demostraron en modelos animales que la mutación de Christchurch corta el vínculo entre la fase temprana del alzhéimer, cuando el amiloide se acumula en el cerebro, y la fase tardía, cuando se acumula la proteína tau. Gracias a esta mutación, la mujer se mantuvo mentalmente aguda durante décadas, incluso cuando su cerebro se llenó de cantidades masivas de amiloide.
La clave en las células de limpieza del cerebro
Los investigadores descubrieron que la diferencia clave eran los niveles de actividad en las células de eliminación de desechos del cerebro, denominadas microglías. En los modelos animales con mutación APOE Christchurch, las microglías que rodean las placas amiloides se aceleraron y se volvieron hipereficientes para consumir y eliminar agregados de tau. Los hallazgos se publicaron este lunes en Cell.
«Esas microglías están absorbiendo la tau y degradándola antes de que la patología tau pueda propagarse efectivamente a la siguiente célula», puntualiza Holtzman. «Eso bloqueó gran parte del proceso posterior: sin patología tau, no se produce neurodegeneración, atrofia ni problemas cognitivos», añade. «Si podemos encontrar una manera de imitar los efectos de la mutación APOE de Christchurch, podremos evitar que las personas que ya están en camino hacia la demencia de Alzheimer continúen por esa vía», subraya.