Opinión

Encuestas, candidatos y la incertidumbre

28 de marzo de 2025

Nunca antes las encuestas habían mostrado tanta dispersión en sus resultados como en este proceso electoral. Al inicio, mediciones como las de Poder y Placer posicionaban a Arce como favorito; hoy, en cambio, su respaldo parece diluirse. Esto refleja un escenario político inestable, sin un liderazgo claro que canalice tanto el descontento como la esperanza de la población.

A esta incertidumbre se suma la falta de un patrón consistente en las encuestas. Ejemplos como la de Página Siete en 2020, que proyectaba un empate entre Mesa y Arce pero terminó lejos de los resultados reales, o la reunión del presidente de Ciesmori con la alianza Juntos en la casa de campaña de Jeanine Áñez—quien renunció días después a su candidatura—han generado dudas sobre la credibilidad de estos estudios. Además, la población muestra poco interés en las mediciones electorales, ya que está más preocupada por sobrellevar la crisis económica y social.

Para algunos actores políticos, las encuestas han venido a suplir lo que las precampañas no han logrado consolidar. Candidatos sin el respaldo de quienes determinan qué nombres aparecen en los sondeos han recurrido incluso a encuestas falsas (un tema aparte). En días recientes, una medición ubicaba a Tuto detrás de Evo; ahora, Samuel aparece detrás de Andrónico. Quizás mañana Claure impulse a Tuto como la primera opción y luego Diagnóstico y Ciesmori vuelvan a colocar a Manfred. Todo parece un proceso errático sin una tendencia clara.

Más que clarificar el panorama opositor, las encuestas han asumido el rol de definir quién liderará este bloque, probando distintas opciones. En el oficialismo, en cambio, el manejo de candidaturas parece más arbitrario: a veces aparece Evo, otras Andrónico y en ocasiones ninguno. Esto genera incertidumbre entre los votantes masistas, aunque no implica que su base electoral haya desaparecido; más bien, las encuestas aún no han dimensionado su verdadero peso.

La gran incógnita sigue siendo la magnitud del voto del MAS. Arce conserva la sigla, pero su liderazgo es débil. Andrónico, aunque inicialmente fue una opción mediática, se ha desgastado al mostrar fragilidad y permitir que Evo lo condicione. Actualmente, el evismo es la facción más fuerte dentro del masismo, algo evidente en redes sociales. Sin embargo, si hay un candidato con mayor viabilidad, ese podría ser Andrónico, aunque sigue dependiendo de Evo para consolidarse.

En el bloque opositor, el discurso de la derecha libertaria ha caído en la monotonía, y sus grupos se han dispersado. Algunos esperan a Jaime Dunn, otros consideran a Tuto el más cercano a su ideología, mientras que algunos apoyan a Manfred y los conservadores, junto a Chi.

Incluso Samuel ha logrado sumar alianzas que le han dado lo que su carisma, por sí solo, no le permite alcanzar. Su proyecto se perfila como una nueva versión de Comunidad Ciudadana, con el mayor nivel de aprobación dentro de la oposición, según la última encuesta de Captura Consulting y Panterra. En contraste, Tuto ha construido alianzas que, aunque no le suman significativamente en intención de voto, lo posicionan dentro de una retórica confrontacionista que puede funcionar en redes, pero que difícilmente se traducirá en apoyo electoral más allá de Santa Cruz.

Por Wilmer Machaca

 

Banner Alcaldia Tarija

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba