OpiniónPolítica

𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐨́ 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐡𝐚

19 de mayo de 2025

El viernes llegó la marcha anunciada que buscaba respaldar la inscripción de la candidatura de Evo Morales. Fue una movilización masiva que desde tempranas horas del día fue bajando de manera dispersa desde El Alto. Mientras ya se veía gente congregada por los alrededores del Tribunal Supremo Electoral en la Plaza Abaroa, aún continuaban bajando manifestantes desde El Alto. Cómo es posible que tanta gente siga apoyando a Evo?

Las explicaciones fáciles abundan: que todos son pagados, obligados, adoctrinados, ignorantes, claro, no podría faltar, resentidos. Bla, bla. Pero la situación es mucho más compleja. En lugar de buscar respuestas, muchos análisis confirman prejuicios y alimentan a sus audiencias ya convencidas, en un ecosistema digital cada vez más polarizado en este periodo electoral.

Ayer salí a caminar entre la gente que había llegado, apenas salí del trabajo. Me impulsaron los lives de TikTok y quería ver en la calle lo que ya venía observando en las métricas digitales desde hace semanas: el comportamiento preelectoral, las precampañas, los actores políticos. Porque sí, el crecimiento de Evo y del evismo es un fenómeno real.

En redes, el evismo tiene algo que pocos más poseen: convicción y una disposición a exponerse al escarnio para defender lo que creen. Con sus matices, algo similar ocurre con creadores de contenido desde posturas liberales o libertarias, sobre todo jóvenes. Son dos casos excepcionales en el ecosistema digital boliviano.

TikTok —la red social con más usuarios activos en el país— se ha consolidado como el epicentro de la campaña digital. Ha transformado la comunicación política: ya no se trata solamente de propuestas, sino de generar atención, emociones y viralidad. El mensaje político se vuelve un producto de consumo rápido, afectivo, hiperpersonalizado.

Aquí no importa tanto el número de seguidores como la capacidad de enganchar con el algoritmo. Las tendencias, la música viral y el humor permiten que los políticos se integren en dinámicas alejadas de la lógica partidaria tradicional. TikTok premia lo auténtico. Y el público, cada vez más escéptico, distingue con claridad entre quien se muestra e interactúa de manera natural y quien no.

Hace un par de meses realizamos una investigación con La Aparicio (aún lamentablemente no se publica 😞) sobre las precampañas en TikTok. El fenómeno Chi era clarísimo. Con 3 a 4 publicaciones diarias, sin gran producción ni inversión, Chi Hyun Chung lograba una conexión espontánea con su audiencia. Era el político con más engagement, a pesar de que su cuenta había sido creada recién en 2024. Esto contrastaba con las opiniones «expertas» que siguen midiendo influencia por cantidad de seguidores o replicando las modas de sus propios círculos sociales —profundamente marcados, por cierto, por su clase, destacando a Doria Medina, por ejemplo.

La primera muestra obtenida en marzo que analizamos (enero-febrero) mostraba a Chi sin rival: 33,8 millones de visualizaciones, como se ve en la primera gráfica(barras azules). Sin embargo, la dinámica cambió en la siguiente muestra, la segunda gráfica que abarca hasta el 5 de mayo(gráfica azul y roja de dos bimestres: enero febrero y marzo abril). Chi se ralentizó, afectado por no conseguir una sigla y por su acuerdo con Manfred Reyes Villa, que lo hizo perder visibilidad. Tuto Quiroga duplicó su engagement. Luis Arce, pese a su producción con gran inversión de recursos, se estancó. Andrónico tenía buen desempeño, pero en ese segundo bimestre todavía dudaba si lanzarse o no como candidato. Manfred prácticamente no existe en redes —su cuenta en Tik Tok incluso fue baneada varias semanas. Samuel Doria Medina creció ligeramente gracias a encuestas que le dieron más visibilidad. Lara, aunque renunció a su candidatura, fue abiertamente ignorado por las encuestadoras pese a su presencia visible tanto en calle como en redes. Dunn, aunque tiene una base sólida y convencida, no logra ser tendencia, como intentaron confundir sus seguidores.

El caso más impactante es Evo: sumando los dos bimestres de 2025, acumula más de 116 millones de visualizaciones en TikTok. Sus publicaciones de enero-febrero siguen creciendo, al igual que las de marzo-abril, y todo indica que mayo romperá récords. ¿Cómo explicar eso?

No se trata únicamente de adultos mayores o sectores rurales, que, además, muchas veces no tienen acceso a internet.

Las fracturas internas del MAS son reales (no, no son una «estrategia oculta» como sugieren algunos «terraplanistas políticos») y han reorganizado lealtades: evismo vs arcismo, en una lucha que ha reforzado fidelidades y eso también se dio dentro de organizaciones sociales con capacidad de movilización.

Pero también hay razones prácticas: la crisis económica, la percepción de retroceso en calidad de vida, y las acciones institucionales para bloquear la candidatura de Evo (y más recientemente a Andrónico) han reforzado la imagen de víctima. Y, paradójicamente, eso lo fortalece.

Reconocer todo esto, guste o no, es entender que Evo sigue siendo un factor de poder con capacidad de movilización. Comprenderlo no es justificarlo. Es no subestimar a la gente. Es respetarla.

Banner Alcaldia Tarija

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba