29 de octubre de 2025
El pasado domingo Bolivia ha decidido en el primer balotaje de su historia. Rodrigo Paz Pereira es el presidente electo y, según las normas del país sudamericano, gobernará por los próximos 5 años. Con el 55% de los votos y una diferencia de diez puntos respecto a su oponente, el ultraconservador Jorge Tuto Quiroga, Paz Pereira se alista para la toma del cargo en la primera magistratura boliviana este próximo 8 de noviembre. Durante la campaña hacia la segunda vuelta la alianza entre el corporativismo mediático y el candidato Quiroga sostuvo la falsedad de que el binomio Paz-Lara está alineado a la izquierda. Mientras que Paz se define a sí mismo como un político de centro, su posicionamiento inicial en el ámbito internacional deja claro que Bolivia pasó a formar parte de los gobiernos de derechas.
La primera entrevista que otorgó Rodrigo Paz fue con CNN, específicamente al periodista Fernando Del Rincón. Más allá de lo que la firma mediática estadunidense representa, en el caso boliviano, Del Rincón es polémico en sí mismo pues fue señalado en 2019 de operar para la concreción del golpe de Estado de aquel año. El asunto es que en esa entrevista Rodrigo Paz no dejó claro el rumbo internacional de la política que llevará adelante su gobierno. “El pueblo no come ideología”. El presidente electo sostiene que el pueblo no come ideología y que Bolivia necesita replantearse en el ámbito internacional, con base en negocios.
Se les hace fácil a algunos plantear que los izquierdistas se alían en función a sus ideologías versus los derechistas que ponen por delante los negocios. La pregunta al respecto vuelve a ser la misma, ¿negocios para quién?
Lo que no queda claro es qué tantos negocios en favor de las bolivianas y bolivianos puede hacer Rodrigo Paz al menos con algunos de ellos.
Se conoció un comunicado de nueve países del continente, encabezados por Estados Unidos, que celebran los resultados electorales en Bolivia, a tiempo que respaldan las gestiones venideras de Rodrigo Paz. En la lista de firmantes están Argentina, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay y Trinidad y Tobago. El documento versa: “Los países signatarios están preparados para apoyar los esfuerzos de la administración entrante para estabilizar la economía de Bolivia y abrirla al mundo, fortalecer sus instituciones democráticas, impulsar el comercio y la inversión internacional y profundizar su compromiso con socios regionales y globales en una amplia gama de temas importantes.”
Es un hecho que estos países hoy tienen gobiernos que se alinean con los intereses y directrices de Washington. Lo que no queda claro es qué tantos negocios en favor de las bolivianas y bolivianos puede hacer Rodrigo Paz al menos con algunos de ellos.
Rodrigo Paz confía en que Estados Unidos soportará su gestión, particularmente para lo referido en la escasez de carburantes. En más de una alocución el boliviano refirió las conversaciones con altas autoridades del país del norte, incluido el vínculo con el Secretario Marco Rubio. “Sí vamos a reabrir las relaciones con Estados Unidos”, manifestó, a tiempo de sostener que “todas las instituciones que ayuden contra lo ilícito estarán en Bolivia”, en respuesta al posible retorno de la DEA.
De otro lado, es importante mirar el vecindario sudamericano desde el punto de vista geográfico. A Bolivia siempre le han importado mucho sus cinco países limítrofes. Dos de ellos, están dentro de la bolsa anteriormente mencionada: Argentina de Milei y Paraguay de Peña. Los gobiernos de Boric en Chile y de Lula en Brasil, que hoy forman parte del esquema de izquierdas de la región emitieron felicitaciones formales de corte protocolario. Perú, que acaba de estrenar mandatario, José Jeri, sin legitimidad, también se rigió a protocolos en su felicitación.
En sus primeras jornadas como presidente electo, Rodrigo Paz entabló comunicación con la polémica Nobel, la venezolana María Corina Machado. Su llamada fue registrada en video y compartida en las redes oficiales del virtual presidente boliviano. Lo anterior es una evidencia de la relevancia que le dará el próximo gobierno del país andinoamazónico a la propuesta de paz que se está planteando desde las potencias. Se especula que Machado estará en Bolivia en noviembre como invitada a la toma de posesión de Paz.
No es casual que Paz haya anunciado que los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua no serán invitados a la toma de posesión en Bolivia el siguiente noviembre. “Nosotros somos un país democrático, (ellos son) claramente no democráticos”
No es casual que Paz haya anunciado que los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua no serán invitados a la toma de posesión en Bolivia el siguiente noviembre. “Nosotros somos un país democrático, (ellos son) claramente no democráticos”, dijo Rodrigo al ser preguntado al respecto en una entrevista
Rodrigo Paz ha conversado entre el domingo y el cierre de esta nota con más de 15 mandatarios del mundo, incluido el rey de España. Sobre México no se ha dicho mucho, aunque es un hecho conocido que Alito Moreno, el líder del PRI mexicano es un amigo personal del expresidente de Bolivia y padre de Rodrigo, Jaime Paz Zamora; Alito acompañó a Paz padre el día domingo en persona, en Bolivia.
Rodrigo Paz sigue sosteniendo efusivamente que no es derechista, sino que es centrista. Lo que se dice es muy importante, pero es más importante que exista congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Al final del día, luego de un tiempo tan accidentado en Bolivia, es una mejor noticia tener un presidente de centro que uno de extrema derecha. La expectativa sobre Bolivia, por la potencia que este país ha significado en la política latinoamericana es alta. Paz tendrá muchos ojos encima y por ahora lo que se alcanza a ver es que, en el ámbito internacional, Bolivia está corriéndose a la derecha.




