La historia de la Tanta wawa
31 de octubre de 2024
Para poder llegar a una rigurosidad investigativa, me tome el atrevimiento de revisar el libro de Bartolome Arzáns de Orsúa y Vela “Historia de la Villa Imperial de Potosí” en su edición Plural Editores de 2012, apoyados en la edición general por Mauricio Souza Crespo de la carrera de literatura de Universidad Mayor de San Andrés – UMSA, en su colección 15 novelas fundamentales.
En esta antología reúne relatos breves de la “Historia de la Villa Imperial de Potosí”, recopilando la mayoría de aquellas narraciones que muestran algún aspecto del alma no sólo del potosino, sino del charqueñi y del criollo en general.
Bartolomé Arzans de Orsúa y Vela fue un cronista e historiador boliviano, el año 1705 comenzó a escribir “Historia de la Villa Imperial”, se dice que a su conclusión llego a tener una extensión de mil quinientos folios en dos tomos, el primero tomo tiene una temporalidad desde 1545, fecha del descubrimiento del cerro rico de Potosí, hasta finales de 1720, mientras que el segundo tomo retomaba la crónica en 1721 y finalizaba a principios de 1736.
La crónica es una narración de hechos históricos ordenados en el tiempo, actualmente se considera a la crónica como un género narrativo híbrido o bícefalo, en el tiempo de la colonia la crónica fue muy importante, ya que tuvo un uso histórico literario, presentada como la visión particular del cronista, escrita por un testigo ocular con una mezcla de realidad y fantasía.
Arzáns, con la excepción de viajes breves a Chayanta y villacota, cuando niño, y en 1705 a La Plata, pasó toda su vida en Potosí. Sobrevivió a la epidemia de 1719 que mató a 20.000 potosinos. Este dato importante ya que ahí nace la figura de la Tanta Wawa.
El libro completo es muy preciso en el señala el origen de la Tanta Wawa, ya explicada por diferentes historiadores y CDR Bolivia al aire, en él cuenta que este pan en forma de niños nace en la ciudad de Potosí, esto se da cuando aparecen dos pestes muy fuertes, una de ellas reconocida como la varicela, lo que causó la muerte de una gran cantidad de población sobe todo niños, desde los españoles que radicaban en la villa imperial como a los propios nativos del lugar, dejando mucha preocupación en la población.
Un grupo de mujeres que al sentir la falta de sus niños pequeños (wawas) querían recordar a sus difuntos y procedieron a realizar masitas en forma de sus Bebés… Entonces para el 1ro de noviembre, en la celebración de «Todos Santos» una viuda minera armo una mesa con masitas y Vino… y así nació la famosa tradición.
Tanta Wawa viene de la palabra aymara de dos voces, “tanta” que significa pan y “wawa” que significa niño o muñeco, entonces la traducción vendría a ser niño de pan.
Es así que cada 1 de noviembre se da la celebración de Todos los Santos establecida por el Papa Gregorio III durante su mandato (731-741), en la cual dedicó una capilla en la Basílica de San Pedro de Roma en honor a todos los santos.
En Bolivia dentro de las tradiciones, se espera a las 12 del medio día se arma la mesa de “Todos Santos”, en la que se pone un mantel negro, rodeade de flores o una caña, se adorna con comida, frutas, coca, cigarros y por supuesto las masitas, donde el centro de atención es la “Tanta Wawa”, también hay otras figuras que acompañan, está “La Cruz” en representación de Jesucristo, “La escalera” que simboliza el paso de las almas el descenso del cielo al mundo, “El Caballo” que transporta las ofrendas del difunto, “El Biscocho” de masa dulce que simboliza el ataúd del difunto.
Por Sergio Salazar Aliaga
Artículo publicado originalmente el 2/11/23