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El periodismo será el rubro más ‘vulnerable’ al ChatGPT

La brecha digital, que se define por el acceso de las personas al uso de tecnología, se ha incrementado con el uso del ChatGPT.

3 de abril de 2023

La evolución de los procesos tecnológicos ha crecido tanto que ahora podemos entablar una conversación con un sistema de datos denominado ChatGPT (Generative Pre-trained Transformer, por sus siglas en inglés).

Esta nueva forma de consulta es una aplicación de la inteligencia artificial que ya alcanzó un universo de funciones, desde los cajeros automáticos hasta las respuestas automatizadas. Sin embargo, se considera al ChatGPT una “revolución de la comunicación” debido a sus características.

Eliana Quiroz, miembro del directorio de la fundación Internet Bolivia, definió, en corto, al ChatGPT como “una inteligencia artificial, un algoritmo que ejecuta una computadora en función a una determinada base de datos”.

Entre los usuarios de internet existe un debate sobre la diferencia entre el ChatGPT y los buscadores de información convencionales como Google, Yahoo, entre otros; pero la diferencia radica en el tipo de respuesta y una base de datos que genera información.

Los buscadores “tradicionales” generan su respuesta a través de una base de datos ajena; es decir, “busca, en internet, todos los textos que en los contenidos tengan información referida a la consulta”. Pero el resultado no es una respuesta, sino una exposición de los textos o documentos que tienen que ver con la consulta, en un orden de jerarquía.

CELULAR. Una usuaria de ChatGPT ve la aplicación en su teléfono.
Celular.Una usuaria de ChatGPT ve la aplicación en su teléfono.

“El buscador no genera respuesta, sino que te sugiere textos que ya están escritos”, dijo Quiroz.

Mientras, el ChatGPT elabora una respuesta concreta y genera un contexto sobre las preguntas de los usuarios, con base en una consulta en su propia base de datos y con un lenguaje claro.

A menudo, los usuarios comparan el ChatGPT con los asistentes de voz como Alexa y Siri. Ante esa discusión, LA RAZÓN entabló una conversación con esa tecnología, cuyas respuestas serán citadas en el desarrollo de esta nota.

“ChatGPT es un modelo de lenguaje diseñado para procesar el lenguaje natural y responder preguntas en un contexto de chat en línea. Es capaz de proporcionar información, realizar tareas específicas y mantener una conversación con el usuario”, respondió por escrito la aplicación.

Por otro lado, “Alexa y Siri son asistentes de voz diseñados para interactuar con el usuario a través del habla. Están diseñados para realizar tareas específicas, como hacer preguntas y recibir respuestas, controlar dispositivos domésticos inteligentes, reproducir música, enviar mensajes de texto y hacer llamadas telefónicas, entre otras cosas. Otra diferencia importante es que ChatGPT es un modelo de lenguaje general, mientras que Alexa y Siri están diseñados específicamente para interactuar con los usuarios en sus respectivas plataformas (Amazon y Apple, respectivamente). Además, Alexa y Siri están vinculados a servicios específicos, como Amazon Prime y Apple Music, respectivamente”, agregó la inteligencia artificial.

ChatGPT fue desarrollado por la empresa OpenAI, dedicada a la creación de tecnologías. “Como tal, no tiene una fecha de creación específica, ya que es un modelo continuamente mejorado y actualizado por OpenAI”, explicó el chat en su respuesta a La Razón.

Sin embargo, su última versión, ChatGPT3.5, fue presentado en mayo de 2021 y, aunque no existen registros estadísticos de la cantidad de usuarios, se estima que “varios millones” de personas realizan sus consultas.

Otro de los motivos de debate en torno al ChatGPT surge de la “amenaza” a ciertos oficios, cuyos operadores, según la discusión, podrían ser sustituidos por la inteligencia artificial. Entre ellos, se cree que el periodismo será el rubro más “vulnerable” al ChatGPT. “Siempre van a haber rubros más tensionados por la inteligencia artificial”, explicó Quiroz.

“Varias profesiones se van a ver tensionadas y se puede reemplazar algunos trabajadores, pero realmente la mayor parte de los ejercicios de una inteligencia artificial tienen que tener un ojo humano”, añadió la ciberactivista.

Como modelo de lenguaje de inteligencia artificial, ChatGPT es utilizado por una amplia variedad de empresas y organizaciones en todo el mundo; es capaz de proporcionar servicios de atención al cliente, asistentes virtuales y otros campos que requieren procesamiento del lenguaje natural.

Debido a que ChatGPT es un modelo de lenguaje que basa su información en una nube, es difícil saber exactamente cuántas personas lo utilizan. Sin embargo, se estima que millones de personas interactúan con bots impulsados por GPT-3, incluyendo a ChatGPT, en una variedad de plataformas y aplicaciones.

En una entrevista con LA RAZÓN, el director y creador de contenido digital de Vega’s Tech, Harald Vega, dijo que, si bien esa tecnología es gratuita y está revolucionando la forma de comunicación, en Bolivia aún no tiene muchos usos. Citó a las empresas de telefonía móvil y servicio de internet entre las que implementaron este tipo de lenguaje en sus servicios de atención al cliente en sus plataformas

Sin embargo, consideró que se puede llegar a monetizar con las respuestas del ChatGPT, eso, según lo que se busque con la herramienta “controvertida”.

ChatGPT-ventajas

LÍMITES.

Algunos usuarios hablan de la infinidad de datos que maneja el ChatGPT y los beneficios que otorga, pero Quiroz, también columnista de este periódico, identificó algunos elementos que limitan la operabilidad de la herramienta de OpenAI.

Entre ellos, su base de datos, que, según contó a LA RAZÓN, tiene actualización de información hasta 2021. Otra “desventaja” es que las respuestas a las consultas de los usuarios “carecen de una fuente”. “No le va a ser muy útil a alguien que quiere hacer un ensayo (con) base (en) consultas al ChatGPT”, advirtió la activista.

Además, Quiroz puntualizó que la brecha digital, que se define por el acceso de las personas al uso de tecnología, se ha incrementado con el uso del ChatGPT.

Incluso, Sam Altman, CEO de OpenAI, advirtió que esa tecnología conlleva peligros reales para la sociedad. “Estamos un poco asustados por esto”, dijo a ABC News, citado en una nota del portal digital de La Nación.

El ejecutivo recomendó “tener cuidado” ante posibles consecuencias del uso del ChatGPT. Principalmente, expuso su alerta y dijo estar “particularmente preocupado de que estos modelos puedan usarse para la desinformación a gran escala”.

El empresario de 37 años, también habló del fenómeno de “respuestas extrañas” por parte del ChatGPT. “Lo que más trato de advertir a la gente es lo que llamamos el ‘problema de las alucinaciones’. El modelo afirmará las cosas con confianza, como si fueran hechos completamente inventados”, explicó Altman a ese medio.

“La forma correcta de pensar en los modelos que creamos es un motor de razonamiento, no una base de datos de hechos. No me memoriza, razonan”, agregó.

Le “preocupa mucho” que “algunas personas no puedan controlar la evolución del ChatGPT”.

Por MAURICIO DIAZ SARAVIA – LR.

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