Milei ya cumplió
La corrupción y las encuestas inquietan en la Casa Rosada… Pero Javier Milei ya cumplió con los suyos

25 de agosto de 2025
Otro escándalo de corrupción. Otra vez Karina Milei en el ojo del huracán. En esta ocasión, las filtraciones de audios de Diego Spagnuolo, ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad, desnudarían una nueva trama dentro del Ejecutivo libertario en Argentina.
Pese a ser convenientemente eyectado de su cargo tras la filtración, lo cierto es que sus dichos han trascendido a la prensa nacional e internacional. Y no es para menos. Los audios son tan explícitos como difícilmente pasados por alto. En la Casa Rosada lo saben, y son perfectamente conscientes del riesgo que suponen a un par de meses de las elecciones legislativas intermedias de octubre, y con las elecciones de septiembre en la Provincia de Buenos Aires a la vuelta de la esquina.
“Javier, escuchame, yo estoy denunciando todo el “choreo” (robo) y, abajo, tengo gente que va a pedir “guita”. […] Entonces, Javi, ¿qué hago? […] Yo me limito a controlar que lo mío esté ordenadito… El “quilombo” lo hacen atrás, a mis espaldas. […] La gente de la Suizo llama a los demás proveedores y les dice “escuchame, ahora ya no es más el 5%; ahora tenés que poner el 8%, lo tenés que traer a Suizo y nosotros lo subimos a presidencia. Seguramente a Karina le debe llegar el 3% o el 4% porque seguramente le dirán “es el 5% y el 1% lo tenemos que repartir entre la operatoria, 1% se va para mí y vos, Karina, te llevás el 3%” […] Estamos hablando de entre 500.000 y 800.000 de medicamentos por mes”.
Quién sabe. La mención es clara, concisa y personal: Karina Milei. La respuesta del gobierno, que expulsó de inmediato a un Spagnuolo que, apenas unos días antes, era parte del círculo cercano al presidente Javier Milei —como evidencian fotografías y entradas registradas a la residencia presidencial—, no hace sino magnificar el caso.
Los audios son tan explícitos como difícilmente pasados por alto. En la Casa Rosada lo saben, y son perfectamente conscientes del riesgo que suponen a un par de meses de las elecciones legislativas intermedias de octubre, y con las elecciones de septiembre en la Provincia de Buenos Aires a la vuelta de la esquina.
Pero, además, el audio filtrado contiene una referencia directa al Javo pues, según Spagnuolo, él mismo avisó a Milei: “Yo hablé con el presidente: “Javi, está pasando esto y esto…” No corrigieron nada. “Javier, sabés que están choreando… sabés que tu hermana está choreando… No te podes hacer el boludo conmigo”. Lule y Martín Menem, el primero muy cercano a la gestión política de Karina Milei y el segundo presidente de la Cámara de Diputados, también fueron mencionados en los audios de Spagnuolo.
El gobierno de Javier Milei está en peligro porque su pacto con el poder duro en Argentina es frágil y depende de su performance electoral —que depende a su vez de la economía— y de sus concesiones a jefazos como Mauricio Macri, al cual (¡sorpresa!) nunca se le filtra ningún audio. La justicia y los medios de comunicación todavía sostienen al delirante presidente, pero poco a poco le sueltan la mano. Javier Milei es sustituible y su hermana —en realidad, todo su entorno— es perfectamente consciente de ello… Él quizá no.
En cualquier caso, Javier Milei ya ha cumplido con sus garantes. Milei ha defendido con ahínco los intereses de quienes hicieron posible que, a pesar de su estruendosa campaña y de su verborrea incontenible, hoy sea el presidente de más de cuarenta millones de argentinos y argentinas. Milei ha endeudado al país, ha regalado activos estratégicos para la economía nacional a grandes actores internacionales sin exigirles nada a cambio —sin reinversión ni impuestos—, ha impulsado la privatización del agua, ha facilitado el carry trade —la famosa “bicicleta financiera”—, brindando sendos beneficios a la especulación financiera…
La respuesta del gobierno, que expulsó de inmediato a un Spagnuolo que, apenas unos días antes, era parte del círculo cercano al presidente Javier Milei —como evidencian fotografías y entradas registradas a la residencia presidencial—, no hace sino magnificar el caso.
El trabajo, en fin, está hecho. Si el gobierno de Javier Milei se termina viniendo abajo, bien sea por las urnas, por la corrupción o por la inestabilidad del propio presidente, estos dos años habrán sido un éxito… para el poder económico concentrado, claro. La renta se redistribuyó en sentido inverso: de las clases trabajadoras a los grandes capitales financieros; los recursos privatizados serán difíciles de recuperar; la desinversión en obra pública y servicios sociales requerirá de un sobre esfuerzo…
En definitiva, los que apoyaron a Javier Milei por interés sincero podrán cambiar de color. Lo que ayer fue el amarillo del PRO, y hoy es el violeta de La Libertad Avanza, podrá mañana ser perfectamente el rojo de Loustaeu o el azul de Pichetto. Quién sabe. Si la oposición se reorganiza y recupera el control, tendrá difícil resolver en cuatro años lo que Milei ha destruido en uno y medio —pues siempre es más rápida la destrucción que la construcción—.
Y, si el sucesor de Milei es uno que critica sus formas, pero no su fondo, el poder económico, judicial y mediático podrá perfectamente amoldarse. Ya lo hicieron con el mismo Javo, a quien no tomaron en serio hasta que dio el batacazo en agosto del 2023. Desde entonces, el abrazo fue permanente. Y Milei ya cumplió con los suyos… Cuando ya no les sirva, le soltarán la mano.