Sociedad

El Bono Juana Azurduy redujo la mortalidad neonatal y se abre paso en comunidades indígenas

24 de septiembre de 2025

Cada año, miles de madres y niños en Bolivia evitan la desnutrición y la muerte gracias al Bono Juana Azurduy, un programa estatal que garantiza atención médica gratuita desde el embarazo hasta los primeros dos años de vida del niño, con 16 controles integrales durante 33 meses.

Desde su creación en 2009, más de 3,5 millones de mujeres gestantes y niñas y niños menores de dos años han recibido este beneficio, que además entrega un incentivo económico condicionado al cumplimiento de los controles médicos.

El objetivo es salvar vidas mediante la detección temprana de complicaciones y ampliar el acceso a la salud en todo el territorio nacional, incluso en los lugares más alejados.

En las zonas más remotas, de acuerdo con un reporte institucional, la atención implica verdaderas odiseas. Para llegar a comunidades como Santa Rosa de la Boca del Chapare, en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis), médicos y enfermeras deben navegar hasta 96 horas continuas por río.

“Son hasta cuatro días de viaje bajo sol o lluvia, a veces sin alimento suficiente porque nuestra prioridad es llevar insumos para la atención. Pero las madres valoran este esfuerzo, muestran sus cartillas y exigen sus controles como un derecho”, relata José Meneses Chuy, médico del Bono Juana Azurduy en la Red Indígena 14 del Tipnis.

Actualmente, 575 médicos forman parte de este programa, desplegados en regiones indígenas de Beni, Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.

Desde 2021, cuentan con deslizadores fluviales que facilitan los traslados, aunque los recorridos siguen siendo sacrificados por encallamientos, lluvias constantes y riesgos propios de la Amazonía.

Los resultados son visibles. De acuerdo con la Encuesta de Demografía y Salud (EDSA) 2023, la atención prenatal en Bolivia aumentó de 77,2% en 2008 a 98% en 2023; la postnatal de 67% a 85,8%; y los partos atendidos por personal calificado de 71,1% a 95%.

En la mortalidad neonatal, la reducción fue aún más significativa: de 49 fallecimientos por cada 1.000 nacidos vivos en los años 80 y 90, a solo 6 por cada 1.000 en 2021.

El Bono Juana Azurduy se articula además con el Subsidio Universal Prenatal por la Vida, creado en 2015, y con otras estrategias como las Ferias Multiprogramáticas y las Brigadas Móviles Intersectoriales, que desde 2021 permiten integrar servicios de salud con la entrega de cédulas de identidad, certificados de nacimiento, subsidios alimenticios y pagos móviles.

En casi 16 años de vigencia, el Estado invirtió más de 2.160 millones de bolivianos en este programa, que sigue siendo una política social clave para garantizar el derecho a la salud.

“Es un trabajo grande para cumplir lo que dice nuestra Constitución: garantizar la salud en todo el territorio boliviano. Desde el Tipnis hasta el altiplano, el Bono Juana Azurduy está presente”, subrayó el coordinador nacional del programa, José Corini.

Con travesías que cruzan ríos durante cuatro días y alcanzan las comunidades más olvidadas, el Bono Juana Azurduy se reafirma como un camino de vida, esperanza y protección, desde el primer latido en el vientre hasta los primeros pasos de la infancia.

Banner Alcaldia Tarija

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba